Los riesgos de no aplicar IA en la empresa
La Inteligencia Artificial es una de las principales palancas de cambio de esta nueva revolución tecnológica. Las empresas que no la apliquen en sus sistemas corren el riesgo de desaparecer en unos años.
La IA es ya una realidad imprescindible en el mundo empresarial. Son muchas las herramientas que utilizan esta tecnología para mejorar y optimizar sus procesos e, incluso, algunos sistemas operativos, como el nuevo Windows 11, la han puesto en el centro de su estrategia y la han convertido en el diferenciador fundamental de su nueva propuesta.
Quedarse atrás con la adopción de la IA será, para muchas empresas, su sentencia de muerte tal y como pudo ocurrir cuando en la primera revolución industrial algunas organizaciones se resistieron al cambio. Tanto es así que ya hay voces que aseguran que aquellas compañías que no se adapten a la inteligencia artificial correrán el riesgo de desaparecer en menos de cinco años, según el Primer Barómetro Nacional sobre Inteligencia Artificial Generativa.
Algunas organizaciones no sólo no aplican la IA en sus procesos, sino que la prohíben o especifican protocolos sobre cómo y cuándo se puede utilizar. Según el informe anual Cisco Data Privacy Benchmark, 3 de cada 10 organizaciones españolas consultadas (31%) han limitado completamente el uso de aplicaciones de IA generativa, frente al 27% de media mundial.
Miedos
La mayoría de las empresas que limitan o directamente rehúyen de la adopción de la IA lo hacen por el miedo al cambio y por falta de apoyo desde la Dirección. Si los líderes de la compañía no impulsan la inteligencia artificial es complicado que el resto del organigrama lo haga. “La principal barrera de la IA en las empresas es el miedo”, reconoce Miquel Escolá, CIO de Grupo Solitium, quien considera fundamental el trabajo de la cúpula de la organización para “que todos sus profesionales entiendan que cuando una compañía va a implantar IA en sus procesos no desea echar a nadie a la calle, sino ser más eficiente, más productivo y mejorar el trabajo de sus empleados”.
Otra de las barreras son las distintas velocidades tecnológicas en las empresas y que no encuentran el encaje perfecto para la IA en sus procesos, cuando esta herramienta puede (y se está utilizando ya) en muchos departamentos: administración, logística, recursos humanos, marketing… para mejorar de manera sustancial sus resultados.
Hay sectores más rezagados como el agroalimentario, el de servicios, el de la construcción o el de la energía, que muestran una implementación más lenta. Entre las causas más comunes se encuentran las limitaciones presupuestarias y la falta de conocimientos técnicos. En el lado opuesto se encuentran las grandes corporaciones, que lideran el uso de la IA, especialmente en áreas como atención al cliente, personalización de productos y servicios, y optimización de procesos internos.
Herramientas
La adopción de la IA no tiene por qué suponer una revolución interna en la empresa. Se puede ir aplicando poco a poco en ciertos procesos más proclives a su uso. La automatización de procesos y el análisis de datos, por ejemplo, son funciones que se pueden automatizar gracias a la inteligencia artificial y a herramientas como un buen gestor documental o un software empresarial evolucionado.
En Grupo Solitium contamos con soluciones en nuestro porfolio que permiten optimizar estos procesos, y otros como la anticipación de la demanda y la gestión de las ventas y los clientes, de una manera eficiente y con IA. DocuWare y Sage, por poner un par de ejemplos, son herramientas clave para comenzar con la transición hacía la era de la IA.